
Nota de publicación 04
Algunas reflexiones sobre la necesidad de la ciencia ciudadana
28 de octubre de 2021
- Dr. Elias Sanz-Casado
https://orcid.org/0000-0002-0188-7489
La última pandemia global que ha sufrido la humanidad ha sido una seria advertencia sobre la necesidad de tener sistemas cientÃficos sólidos, formados por instituciones avanzadas en la investigación y dotados de cientÃficos cualificados y competentes en su especialidad. Evidentemente, todo lo que está relacionado con el ámbito de la salud, muestra de manera más nÃtida la fragilidad o fortaleza de los sistemas cientÃficos, aunque esta situación se puede hacer igualmente evidente si observamos la actividad investigadora en cualquier otro campo (ciencias aplicadas y tecnologÃas, ciencias naturales, ciencias sociales, etc.). Sin embargo, la pandemia de la covid-19 ha incidido en algunos de los aspectos más relevantes de la actividad cientÃfica que afectan a todos los paÃses, si no de igual manera, sà de manera importante; estos son la colaboración en la investigación, la comunicación de la ciencia a la sociedad y el compromiso ciudadano con la investigación.
Estos aspectos fueron incluidos hace algunos años dentro de las estrategias de investigación de la Unión Europea y de las recomendaciones de la OCDE, y han pasado a constituir algunos de los ejes importantes de la ciencia abierta, pero, de alguna manera, la pandemia global los ha puesto en el punto de mira de los hábitos que habrÃa que fortalecer en los sistemas cientÃficos. Respecto a la colaboración, desde la mitad del siglo XX la colaboración cientÃfica se ha focalizado en la cooperación entre los investigadores, y se ha venido intensificando a lo largo del tiempo, pasando los grupos de investigación a ser cada vez más amplios y a estar constituidos por especialistas de distintos ámbitos del conocimiento. Sin embargo, es desde hace pocos años cuando los investigadores comparten sus datos en abierto y los ponen a disposición de toda la comunidad cientÃfica y de la sociedad en general. Este es un cambio importante en los hábitos de producción y difusión del conocimiento, porque hasta hace muy pocos años la colaboración se mantenÃa dentro de los lÃmites de los grupos participantes en los proyectos de investigación, pero abrir esta colaboración a otros actores, como las editoriales cientÃficas, las agencias de financiación, e incluso a la ciudadanÃa en general, ha permitido un avance de extraordinaria importancia para entender el devenir cientÃfico de estos últimos años, y ha abierto unas excelentes perspectivas para que la ciencia se convierta en un actor importante en los desafÃos que tiene que afrontar la humanidad.
El otro aspecto importante a señalar y que está Ãntimamente relacionado con el anterior es el de la comunicación de las actividades de investigación a la sociedad, con el fin de lograr el compromiso de la ciudadanÃa con la ciencia. En este sentido, la necesidad de abrir la ciencia a la sociedad está fuera de toda duda y, desde mi perspectiva, no se puede seguir desaprovechando el conocimiento que se ha ido generando en sociedades cada vez mejor formadas en herramientas y habilidades, y que están dispuestas a participar en las distintas fases de los procesos de investigación. En este sentido, no habrÃa que limitar esta participación a la de meros receptores de los conocimientos cientÃficos generados en las universidades y centros de investigación, sino a la de protagonistas activos en la generación de esos conocimientos. Indudablemente, esta nueva dimensión constituye una nueva forma de entender y colaborar en la investigación que, bajo la denominación de Ciencia ciudadana, está suponiendo un desafÃo importante para las comunidades cientÃficas, ya que exige dar acceso a la ciudadanÃa en sus actividades de investigación, y aceptar que participen activamente en las diferentes fases, tanto con sus conocimientos como con sus herramientas.
Esta colaboración de los cientÃficos con los ciudadanos se debe producir en cualquiera de las etapas del proceso de investigación, que deben de ser planificadas con todo el rigor que una investigación de calidad exige. No me cabe la menor duda de que el beneficio social que está surgiendo de esta colaboración será de gran importancia para todos. Uno de estos beneficios está vinculado con la resolución de los problemas reales y concretos que pueden tener las comunidades. Este serÃa uno de los objetivos de la ciencia, aportar soluciones a los problemas de la sociedad, facilitando la vida diaria de las personas que sufragan con sus impuestos las actividades de investigación. Otro de los beneficios de esta colaboración estarÃa relacionado con empoderamiento de la ciudadanÃa, a partir de la adquisición del conocimiento cientÃfico obtenido en su implicación en los procesos de aprendizaje, su capacitación a partir de ellos, asà como el entendimiento mutuo entre todos los participantes.
No hay duda de que el pensamiento cientÃfico es un buen estimulante para las ideas y el entendimiento social, ya que permite tener al razonamiento como filtro y utilizar la objetividad como base de nuestras actividades y relaciones. En sociedades como las que vivimos, cada vez más masificadas, complejas y fracturadas, es fundamental abordar los problemas desde la razón, con el fin de que nos ayuden a entenderlos y buscar la mejor forma de resolverlos.
Finalmente, otro de los beneficios que, desde mi punto de vista, surge como consecuencia de la participación ciudadana en las actividades cientÃficas, es el de lograr sociedades con fuertes valores democráticos. Para ello, las actividades cientÃficas nos proporcionan conocimientos que nos muestran la realidad, dentro del mundo que tenemos, asà como el mejor camino para conservarlo. También nos muestran la importancia de las ideas, asà como defensa y discusión razonada de las mismas en un ambiente de tolerancia y respeto.
Por todo ello, la ciencia ciudadana es una oportunidad para todos, al facilitar un desarrollo más integral e inclusivo de la ciencia, dando la oportunidad a la sociedad en su conjunto a participar en su creación y a enfrentarnos de una manera más eficiente a los importantes desafÃos en los que estamos inmersos. Desde mi punto de vista, no habrÃa que desaprovechar esta oportunidad.